domingo, 26 de enero de 2014

UN SIGLO DE ROMANOS EN MONTILLA

En la Cuaresma de 2008 publiqué este artículo en "La Voz de los Romanos", recordando a los lectores que se acercaba el centenario de la incorporación de los "Soldados Romanos" a la Semana Santa de nuestra ciudad, y que un año después provocó el inicio de un acto que se ha convertido en eje central y referente singular de los días de la pasión, muerte y resurrección de Cristo según Montilla. Este año se cumple el centenario de la fundación de la Hermandad de Jesús Preso e, igualmente, de "El Prendimiento"; efeméride que la cofradía del Jueves Santo tiene el acertado propósito de conmemorar. Traigo hasta aquí dicho artículo, que recopila varia información de los pasos dados para que los montillanos asistieran -in situ- a la entrega de Jesús en la popular plaza de la Rosa:

«Próximo a su primer centenario se encuentra la primera vez que los Soldados Romanos desfilaron en la Semana Santa montillana. Apenas quedan cinco años para alcanzar el ciento que hace ya que se formara la primera corporación de Romanos, de la cual tenemos las primeras noticias en marzo de 1913.

La Semana Santa que se ha vivido en Montilla a lo largo del siglo XX ha estado marcada, sin lugar a dudas, por la regeneración cofrade que experimentó esta fiesta religioso-popular entre 1913 y 1928. En esa década y media nacen cofradías, como la de Jesús de las Prisiones, se reorganizan otras, como la de Ntra. Sra. de la Soledad, y otras como la de Jesús Nazareno, es completamente modificada en imágenes, pasos y demás enseres. Son quince años marcados por las continuas novedades que anualmente se dan a conocer en la cuaresma, suponiendo esta evolución una las etapas más florecientes que había vivido la Semana Santa, y que rompió con las penurias arrastradas de la menguada centuria decimonónica. Etapa esta marcada por la influencia de la Semana Santa de los pueblos cercanos, tales como Puente Genil, que comenzó en 1913 con la creación de la primera corporación de Soldados Romanos, y concluyó en 1928 con los estrenos del majestuoso trono y la artística túnica bordada para la imagen de Jesús Nazareno.


Centrándonos en los inicios de la corporación romana, la primera referencia que conocemos aparece en la revista dominical Eco Parroquial, órgano de expresión de las dos parroquias existentes en esos momentos en la ciudad. La noticia es titulada por su anónimo autor “Los Soldados Romanos”, y la reproducimos íntegramente, dado su interés:

“Es la primera vez que se ha presentado ente elemento en la procesiones de Semana Santa en Montilla; ni los papeles que he revuelto en otra ocasiones, que hablan de antiguas cofradías, ni la tradición hablada dicen nada de Soldados Romanos.

Es indudable que la Cofradía de Soldados Romanos en unas partes, como la de los Judíos y Santones en otras, responde a un sentimiento de piedad que ha querido reproducir a lo vivo las escenas de la pasión de Nuestro Señor para impresionar mas profundamente la devoción de los fieles, moverlos con más eficacia al odio al pecado y amor de Jesucristo.

Las ceremonias de culto católico pueden producir y producen siempre su efecto, cuando se practican; edificante, si se observan con puntualidad y se realizan con espíritu, escandaloso cuando en su cumplimiento no hay seriedad. De esta condición participan también aquellas cosas que sin ser ceremonias de culto se admiten en él. Por esta causa llamo la atención de los directores de los Soldados Romanos para que uno de sus empeños principales sea el de sostener la piedad y buenas costumbres entre los cofrades, para que cuando llegue el momento de exhibirse en los actos de la Cofradía edifiquen a cuantos los vean, e inspiren  piadosos sentimientos a todos.

Con esto se me viene a la memoria una anécdota, que no deja de tener gracia por el juego a que se prestan algunas de sus palabras.

En un pueblo, no muy lejos de este, el hermano mayor de la Cofradía de los Judíos, algunos días antes de la Semana Santa le dice a los hermanos “El que quiera ser buen judío que se confiese”.

La primera vez que desfilan Los Romanos por las calles de Montilla es durante la Semana Santa de 1913. Tras su primera aparición en los cortejos procesionales, se organizan su Reglamento como corporación independiente a cualquier cofradía, como recoge el periódico quincenal El Porvenir Montillano, que publica una memoria en febrero de 1914 sobre su evolución en su primer año de existencia. Así quedó conformada su primera Junta Directiva: José Ortiz Sánchez, Presidente; Rafael Pedraza Cobos, Secretario; Juan Bautista Pérez, Secretario; Francisco Márquez Varo y Juan M. Algaba y Cuesta, Vocales.

Asimismo el noticiario cita al precursor de la causa romana para Montilla: el artesano Rafael Márquez Molina. Como también cita al “ingenioso artista don Manuel Garnelo Alda” que “ofreció el dibujo y decorado de la bandera para la nueva corporación, así como alistarse de socio bienhechor”.

Este mismo año de 1914 nace la Cofradía de Jesús de las Prisiones, y con ella El Prendimiento, así lo hace público el Eco Parroquial

“Nueva Cofradía. Hace algunos meses que varios jóvenes de esta ciudad se reunieron para acordar la constitución de una cofradía que tuviera como fin fomentar el culto de la venerada imagen de Nuestro Salvador que con el título de Señor de las Prisiones se venera en la Parroquia de Santiago y determinaron sacarla en procesión por nuestras calles la tarde del Jueves Santo acompañado de la hermosa de Nuestra Señora de los Dolores que se honra en la Iglesia de S. Francisco de Asís.

[…] Como la imagen representa a Nuestro Redentor en el momento en que fue preso en el Huerto de las Olivas y en aquellas tristísimas horas  de la noche en que fue llevado maniatado de tribunal en tribunal por las calles de Jerusalén rodeado de la soldadesca del imperio y del populacho impío e ingrato que pedía a gritos su muerte; los Soldados Romanos que el pasado año con el aplauso de todos lucieron en nuestras cofradías, representarán el acto del prendimiento y después acompañarán a Nuestro Señor.”

Tras pasar las fechas de Semana Santa, El Porvenir Montillano hace una breve crónica de cómo han transcurrido las procesiones. Sobre la nueva del Jueves Santo, apuntaban esta referencia hacia los romanos: “Seguían tras la imagen de Jesús preso, los soldados romanos, que vistosamente formaban una guardia respetable por su número y aire marcial…”

Dado el efusivo recibimiento con el que los montillanos acogieron los primeros años en que desfilaron los Soldados Romanos por nuestras calles, los directivos de la corporación abrieron sus horizontes y ampliaron su representación en las procesiones con la incorporación de los Apóstoles. Así lo detalla una breve reseña en el Eco Parroquial, en marzo de 1915:

“Soldados Romanos. La Corporación de Soldados Romanos, constituida en esta ciudad en el año 1913 y que contribuyó a dar mayor solemnidad a las tradicionales procesiones de la Semana Santa celebradas en aquel año y el pasado, en sus deseos de continuar en el presente con el mayor esplendor posible tiene en proyecto aumentar el número de soldados y a ser posible organizar la cooperación (Sic) de los doce Apóstoles.



Necesitando para la realización de este proyecto, que ha de contribuir a dar majestuosidad a referidos actos de sentimientos religiosos, de fondos para sufragar gastos de alguna consideración, esta Corporación invita a los hijos de Montilla para que coadyuven con sus limosnas para tan plausible fin que tanto honra y ennoblece a nuestro amado pueblo”.

Como queda reflejado en la prensa de época, la aportación de Los Soldados Romanos a nuestra Semana Santa fue un revulsivo para la misma, y que tras pervivir en un siglo XX cargado de contrastes, hoy sigue siendo un referente y un reclamo singular de nuestra Semana Mayor, gracias a la Centuria Romana Munda que retomó el estandarte de la tradición local dos años más tarde de que se extinguiera la última resistencia romana del viejo imperio, que tantos días dio color, sonido y sabor a nuestras procesiones.»